jueves, 6 de noviembre de 2008

Crisis o no



Su agonía ya estaba anunciada. El error es ahora intentar resucitarla. La avaricia corroe a pequeña y magna escala y la viciada civilización capitalista estaba ineludiblemente condenada a su fin. La equivocación es pretender ahora, a toda costa, mantenerla viva. Los mercaderes ya ensayaron un mundo que ha fracasado estrepitosamente, ahora llega el turno de la única economía sostenible a largo plazo: la economía solidaria. Sobre las cenizas de una civilización caduca, levantemos por fin una casa para todos, no sólo para unos pocos privilegiados.¿Por qué no rehacer el mundo de nuevo, ahora que se derrumba el viejo? ¿Por qué no intentar vivir por y para el beneficio del otro, del que más lo necesita? ¿Por qué no artesanía manual, comercio solidario, trueque de servicios, redes de intercambio, bancos sin usura, progreso y prosperidad para todos…? ¿Por qué no comunidades en buena medida autosostenibles, libremente intervinculadas, unidas globalmente por las tecnologías de la comunicación? ¿Por qué no salir todos de nuevo al huerto e intercambiar excedentes y regalar también cuota de cosecha? ¿Por qué no empezar a hacer pequeño, humano y por lo tanto sostenible, todo lo macro, primero las fábricas y ciudades, después los hospitales, los mercados, las escuelas…? ¿Por que no empezar a pensar en clave colectiva y no en asfixiante clave personal? ¿Por qué siempre un compás de espera para los sueños? ¿Por qué no ahora un mundo de hermanos?No sabemos de economía, pero sí que el sol siempre da y nunca se agota, que las ramas del peral se doblan en su donación del dulce fruto, que todos los reinos se inmolan y ofrecen para el desarrollo del hombre. Aún y con todo el ser humano tiene pendiente la lección de dar, aún con todo seguimos acumulando y depredando… Aún con todos los ejemplos de donación que a cada instante nos regala la Madre Naturaleza, seguimos principalmente pensando en nosotros mismos…No sabemos de economía, pero sí nos alcanza a comprender que esta situación caótica, esta honda depresión, este desplome en vertical de los parkets mundiales es debido a una fiebre de enriquecimiento rápido, a una voracidad sin límites de negociantes sin escrúpulos, especuladores, vendedores de hipotecas basura… , es un repunte salvaje de un sistema ya de por sí insostenible, es la culminación irracional de un modelo social, carente de mínima ética y sin futuro alguno.No sabemos de economía, pero sí nos consta que desde una pequeña pantalla no se puede manejar vidas ajenas, especular con el sudor de los más humildes. La globalidad debe significar más opciones de intercambio, más posibilidad de socorro y ayuda al necesitado, no más usura y control de los poderosos. La comunidad constituye una cadena de interdependencias, una inmensa red de servicio y mutua donación. La comunidad progresa cuando la parte se sacrifica por el conjunto y no viceversa. El sistema capitalista estaba basado en el lucro de los menos a costa de la mayoría. Los sistemas socialistas eran o son igualmente capitalistas, sólo que la patronal viste de funcionarios, los obreros son aún más número que personas y en su ámbito la libertad y creatividad inherente al ser humano, queda sino totalmente anulada, sí gravemente mermada. Su historia ya se agotado. Sus intentos ya han traído suficiente carga de dolor colectivo. Pasó ya el turno de mercaderes e ideólogos, de los profetas neoliberales y de los partidos únicos. La crisis puede ayudarnos a cuestionar otros innumerables y mayúsculos errores civilizacionales: por supuesto la energía contaminante, pero también la arrasadora agroindustria, el trabajo maquinal en industrias tóxicas, el culto al coche, la crueldad de los mataderos, el ocio alienante… Es la hora de repensar todo. Es la hora de la gente, es el momento de la humanidad expresando y manifestando cada día, cada quien desde su rincón, desde su comunidad en la naturaleza, su inmenso potencial de crear y de servir. Es la hora de las pequeñas ciudades y pueblos a escala humana, a la vez partícipes y conscientes del devenir colectivo de la humanidad. El crack no es económico, sino civilizacional. El pánico en Wall Street no marca el final de un período de bonanza económica, no señala la necesidad de implementar reajustes… El infarto de los brookers evidencia el final de una civilización basada en el exclusivo beneficio propio. Los números rojos, muy rojos en los salones de las principales bolsas mundiales cantan el ocaso de todo un paradigma individualista, ajeno al devenir comunitario. Cae una economía que no era sostenible, ni en cuanto a relaciones humanas, ni en cuanto a su relación con la naturaleza. Ahora toca levantar otra sobre las bases de la mutua ayuda y la solidaridad. ¡No vale socializar pérdidas, cuando los beneficios de muchos años nunca se compartieron! ¡No más parches para que todo siga igual! ¡No más inyecciones a un cuerpo moribundo, no más reservas de la ciudadanía para sacar a flote a quienes más abusaron! ¡No nos afanemos en recuperar lo irrecuperable! Una civilización enferma ha de morir para que renazca otra.Se derrumba un sistema materialista, individualista e irresponsable. Es hora de poner a caminar nuestros sueños. Se nos presenta la oportunidad de ensayar otro mundo sobre los principios de dar y servir, sobre las bases de la coocreación y cooperación. Ningún futuro basado en el principio de solidaridad universal puede fracasar. Una nueva civilización brillará a nada que todos los agentes económicos se empeñen en el beneficio colectivo. Sólo se sostiene a largo plazo aquello que opera a favor del conjunto, del bien común, de la vida… El beneficio inmediato a cualquier precio, humano y medioambiental, además de evidenciar soberana avaricia, revela también palmaria ceguera. Cuanto mayor es el abuso, más pronto se desata la crisis, más acelerada es la degeneración y por lo tanto la muerte. Caen primero quienes más se aprovecharon, pero terminarán por sucumbir todas las corporaciones que no se ajustan a los principios de equilibrio y armonía universales.Quien conoce las leyes superiores, las del amor verdadero, no observa sorpresa en las noticias económicas que nos sacuden estos días. Estas leyes son ineludibles, funcionan para toda la vida, en todos los reinos, en todos los universos. La humanidad seguirá dando bandazos, sufriendo crisis mientras que no concluya que nada que no se ajuste al principio elevado de la cooperación y la solidaridad es sostenible. El concepto, felizmente tan de moda, como el de la sostenibilidad no expresa sino observación de las leyes superiores, las verdaderas, no necesariamente las del mundo. Ahora sí, un nuevo mundo. Dejemos de sangrar a la Madre Tierra, dejemos de sangrar al hermano. No pase sin su debido aprendizaje esta grave depresión financiera global, esta profunda crisis no sólo económica, sino también de valores, cultural y vital, esta oportunidad única para por fin empezar a levantar mano con mano, corazón con corazón, una civilización más justa, creativa, elevada, fraterna...


Escrito por Koldo Aldai

4 comentarios:

David dijo...

Estoy de acuerdo, con que no hay que socializar las perdidas, pero no comparto la idea de un mundo de yupi, en el que todos somos familia, y nos queremos... FLOWER POWER!! Donde está la solución? ya basta de tanta palabrería y más acción!!
La clave de la crisis ha estado, y está, en la exagerada intervención del estado en nuestras vidas, en la que permiten a los bancos dar dinero, aún a sabiendas de que no tienen dinero, y arriesgan porqué un gobierno de turno (los contribuyentes) se va a hacer cargo de las deudas...
El liberalismo es una solución, perfeccionable pero la mejor, a la estructura económica de nuestra sociedad tal y como la conócemos hoy en día. Por qué debemos dar dinero al presidente de turno, para que el disponga, y decida por tí? Por qué no un poco más de libertad de elección en la educación, trabajo...
Quién está de acuerdo en seguir malcriando a los parásitos que estamos manteniendo todos los contribuyentes, llámesen, políticos, funcionarios, sindicatos...?
Habrán pocas manos levantadas, y seguro que las que hay son aludidos...
Basta de tanta tontería de hechar la culpa al sistema, por no reconocer sus errores propios. si cuela, cuela..., en fin. VIVA LA ECONOMÍA PLANIFICADA, NO TE JODE!!

David dijo...

Por cierto, me gusta la idea de las jornadas en bici por la ciudad, pretendéis hacer alguna nueva quedada?

Sólo bici por la ciudad, o también por la naturaleza?

gracias!!
slds!!

Col·lectiu Soterranya dijo...

Estimado Amigo David.

Verdaderamente son más las cosas que nos unen que las que nos separan , con toda seguridad compartimos muchas ideas, pero es necesario matizar algunos puntos.
No vemos el liberalismo como una solución final, si como un paso necesario, lo fue, hacía la consecución de una sociedad más justa, claro que estamos de acuerdo en la libertad de las personas para elegir su vida, pero creemos firmemente en la importancia del papel del estado como ente que vele por el interés de las personas, Estado entendido como conjunto de ciudadanos. Por desgracia las ideas liberales, obvian que no todos los seres humanos parte de la misma línea de salida ni en igualdad de condiciones para solucionarse su vida, no crees? Para eso es importante el estado, para asegurar que todos tengamos, al menos, las mismas cartas para iniciar la partida, lo otro seria hacer trampas.

Seguramente para una persona que pueda pagarse un seguro privado o pueda pagar la escuela privada a sus hijos, le molestará que la “omnipresente” figura del estado le haga pagar impuestos para sanidad y educación entre otras cosas, pero repito, hay gente que necesita de la ayuda de todos, para intentar hacer una vida normal.

Además el gran problema es la visión principal del el liberalismo, con su absoluta beatificación del Mercado, el nuevo Dios que fagocitará incluso otras religiones más espirituales, como el cristianismo, el shintoismo, etc., apuesta por que las leyes del mercado y los precios libremente asignados por éste resolverán todos los problemas del mundo, y eso es un error, puedes mirar la situación de millones de personas en USA, el templo del liberalismo, con una tasa de pobreza y de desigualdad social, impropias de un país que ha encontrado la receta mágica.

La ideas liberales estarían bien, si se construyeran desde la igualdad y el Mercado no fuese una utopía inalcanzable, pero siempre habrá quienes rompan el mercado y piense en si mismso por encima de todas las cosas, y sólo un Estado fuerte, no confundir con un estado que te obligue a llevar una determinada marca de calzoncillos, puede impedir abusos.

Lo que tu llamas ideario flower power, nosotros , simplemente los llamamos creer en las personas.

Respecto al tema de la bici, si quieres mándanos tu mail y te mantenemos informado, trabajamos el tema de la bici como transporte y la intención es poner nuestro granito de arena para que circular en bici por las ciudades, sea algo normal. Próximente tenemos prevista alguna actividad, pero todavía no sabemos la fecha. De todas formas cada primer viernes de mes acudimos a la Masa Crítica, una bicimanifestación que recorre el centro de València, si te apetece pues un placer que te vengas.

Un abrazo.

David dijo...

Creo que el sentido del esfuerzo y responsabilidad se pierde cuando uno es mantenido, o sabe que lo va a ser. Creo que el problema es que el liberalismo ha sido reescrito por los que quieren lo contrario, y a fuerza de repetirlo ha hecho dar como entendido y sabido representaciones falsas, y matices. El liberalismo no es que el estado se lava las manos y ya se apañará el ciudadano, eso reescriben. Y lo que tenemos ahora, como quieras llamarlo, algunos incluso lo llaman capitalismo, no nos deja actuar con total libertad, ni nos da las mismas oportunidades. Aquí quien hace trampas es el Estado para recaudar y asegurarse la poltrona.

Si partimos, que desde el prisma liberal, no dejarán de haber hospitales públicos, servicios mínimos, educación pública, etc, etc…, entonces y sólo entonces, con la verdad por delante, quién no quiere libertad individual, por qué hay que dejar al gobierno de turno que administre tu dinero, y que lo gaste a su antojo con caprichos como unas vacaciones en el Doñana, una 17 políticas de educación, anulación de la libertad de elección de una educación para tus hijos, la imposición de valores de unos pocos para muchos, un despacho nuevo de 500.000 € aprox. , otro se compra un ático y hace una reforma de no sé cuantos miles de € cuando los trabajadores del ministerio al que pertenece están pidiendo, en ese momento, una subida de sueldos. Así hasta el infinito. No vale decir que todos son así, porque no es verdad, los socialistas que tan redistribuidores de riqueza se autoproclaman, siempre se llenan los bolsillos a nuestra costa, la de los contribuyentes, a los hechos me remito. Fuera corrupción, quién prefiere seguir dando al estado un dinero que luego gastan sin control, véase nacionalización de la banca.

Cuando hablas de gente que puede pagarse un seguro privado, te refieres a los ricos, y cuando hablas de gente que necesita de ayuda de todos, a los pobres. ¿Por qué somos tan clasistas, cuándo pedimos igualdad de oportunidades? ¿No es un poco contradictorio?

La situaciones de millones de americanos es otra reescritura de los que más saben, progres. Es este país el causante de la crisis, en gran parte sí, no tiene toda la culpa, sólo hay un país que participa en el mismo juego? El abanderado del liberalismo, está en crisis, pero precisamente por no predicar con el ejemplo. Gracias al intervencionismo del Estado, existe la falta de liquidez de los bancos (sistema financiero), ya que en su día, entre otros temas, para ganar unas elecciones, alguien, y no voy a decir nombres (no vale George!! Que sois muy predecibles!), dijo HIPOTECA PARA TODOS! Dos empresas, Freddie Mac, y otra no sé cuál es, daban facilidad de acceder a una hipoteca (subprime) para una casa o cualquier empeño a largo plazo, a sabiendas que el Estado omnipresente se iba a hacer cargo en caso de impago. Qué fácil, arriesgaban sabiendo que en caso de perdidas, pagaba el Estado, los contribuyentes hablando en plata. Así cualquiera se hace empresario, no? Ése es el papel del Estado? Por qué no se hace lo mismo con el sector de servicios? Con los panaderos? … Los bancos sí. En caso de ganancias no repartían nada, y en caso de perdidas Papá Estado.

Creer en las personas, implica creer en las libertades individuales, no de un gobierno socialista que no te obliga a llevar calzoncillos de marca, pero te puede servir de ejemplo en otros temas, véase subvenciones a fondo perdido, pago de impuestos por todo lo que se mueve, etc…

Quién no está de acuerdo en la libertad de cada uno? La libertad implica igualdad y el Estado no la imparte, te puedo poner un ejemplo en una empresa pública, por ejemplo de arte, energía…, de lo que quieras, tiene mucha ventaja en competitividad respecto a la privada, la cual se tiene que sacar las castañas del fuego y pagar las correspondiente fiscalidad. Eso sí que es hacer trampas…

No hace falta que la gente se adjudique el “creer en las personas”, no había una más ambigüa?, como suya y que lo diga con superioridad moral respecto a las demás…, no lo digo por ti, que conste.

Todos los asistentes a la Cumbre, incluido Zapatero, acudieron con la intención de legitimar su pobre y ruinosa actuación ante sus respectivos países, con sus respectivas políticas de gobierno, o desgobierno en el caso de algunos. El resultado, unas cuantas hojas en la que se abre la puerta a esa legitimidad electoral se utilice para mutilar las pocas libertades que nos quedaban. Todo en nombre de nuestro bienestar.

Perdonad si es muy largo..., me entusiasmo y no acabo. jeje!
Slds!!